Por Pablo Statzner
Si pensaban que la historia sólo podía ser contada por los historiadores, se equivocan. La historia nacional se rescata también por las producciones cinematográficas realizadas hasta la fecha. Hay períodos en los que el hecho político es tan fuerte que determina la filmografía. Pero también se ocupó de pintar las costumbres y la cultura de cada época.
Los autores Eduardo Adrián Jakubowicz, especialista en cine argentino, y Laura Radetich, Master en Nuevas Tecnologías de la Educación, dividen el tratamiento de los temas en tres grandes apartados. El auge de los cuarenta en general se refiere al siglo XIX, en que los cineastas, preocupados por la formación del estado nacional y sin cuestionar demasiado las figuras de los héroes, ya sea por prejuicio o censura, fueron poco críticos.
El comprendido entre los años 1968 – 1975, período de la exaltación del “héroe-guerrero” y ka violencia como elemento liberador. Aun bajo alguno de los golpes militares y con importantes limitaciones, el cine se atrevió a encarar a los héroes nacionales emergidos de la historiografía del siglo XIX.
Luego aparece el cine documental y testimonial, además del cine militante, que adquieren gran importancia, tales como La hora de los hornos y Los traidores.
El período que se inicia con la reconstrucción democrática incorpora una mayor variación temática y más audacia en las interpretaciones historiográficas, además de incorporar la historia reciente y plantearse menos limitaciones.
Se puede conseguir en Tucumán 1999 - Buenos Aires - o a través de la web de La Crujía
Adelanto: La historia argentina a través del Cine
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